Primero encuentra todo lo que tu teckel necesita

Esta raza tiene espalda delicada y cuerpo alargado, por lo que una cama tradicional no siempre basta. Por lo tanto, lo ideal es una cama ortopédica viscoelástica con soporte lumbar, así mismo que proteja sus articulaciones y favorezca un sueño profundo. Además, en zonas frías conviene una cama acolchada con borde elevado y materiales térmicos, que en resumen les ofrece calor y sensación de nido.

Sufren con el frío porque tienen baja grasa corporal y piel fina. Por ello, durante otoño e invierno es fundamental vestirlos con abrigos térmicos o suéteres de punto, especialmente en paseos matutinos o nocturnos.

El mejor arnés para un teckel es el tipo H o chaleco, ya que distribuye la presión en el pecho y protege cuello y además la columna. Dado que esta raza es propensa a problemas vertebrales, nunca uses un collar tradicional. También, muchos modelos incluyen anilla frontal para frenar tirones.

Primero, son perros de caza por naturaleza: Por esta razón son territoriales y muy expresivos, por lo que ladrar es parte de su instinto. Para reducir este comportamiento, es clave el entrenamiento en positivo, siempre que le ofrezcas estímulos adecuados y mantengas una rutina estable, ya que el aburrimiento o la ansiedad por separación aumentan los ladridos.

En pocas palabras, tienen mandíbulas potentes y son muy activos mentalmente. Por eso, los mejores juguetes son mordedores resistentes, peluches seguros con sonido y juguetes interactivos que estimulen su mente. Les encanta resolver problemas.