🧣 Guía de invierno para teckels: cómo proteger su abrigo, patas y oídos del frío

Por debajo de 12 °C ya conviene usar abrigo, sobre todo si hay viento o humedad. Cuando bajamos de 5 °C, lo ideal es un abrigo térmico e impermeable, especialmente si tu teckel es de pelo corto, ya es mayor o tiembla con facilidad. No es un capricho, es salud: su cuerpo está muy cerca del suelo y pierde calor más rápido.

Depende del perro y del clima, pero lo recomendable es entre 15 y 30 minutos si lleva abrigo adecuado. Evita paradas largas o zonas con viento fuerte. Si ves que tiembla, se encoge o se resiste a caminar, vuelve a casa y abrígalo.

Mide su cuello, el contorno del pecho y el largo del lomo (desde la base del cuello hasta la base de la cola). El abrigo debe cubrir el lomo sin oprimir. Prueba que pueda moverse libremente y que no le roce las axilas ni le tense la espalda.

No todos los teckels las toleran, pero son útiles en nieve, hielo o calles con sal. También protegen si tiene grietas o una herida en la pata. Si no se acostumbra, aplica un bálsamo protector natural antes del paseo y limpia bien las almohadillas al volver.

Aplica bálsamo o cera protectora unos minutos antes del paseo. Al regresar, limpia con toallitas tibias y seca entre los dedos. Revisa si hay grietas o irritación. En casa, coloca alfombras antideslizantes para que no resbale en suelos fríos o lisos.

Una limpieza semanal suele ser suficiente, y dos si tiene tendencia a acumular cera o humedad. Usa un limpiador auricular suave y sécalos siempre tras la lluvia o el baño. Nunca uses bastoncillos: pueden empujar la cera hacia dentro.

Si notas mal olor, secreción oscura o amarillenta, enrojecimiento, rascado continuo o que ladea la cabeza, puede tener una otitis. No lo trates en casa: llévalo al veterinario cuanto antes.

Usa una gasa seca o toalla suave. Solo coloca la gasa en la entrada del canal y deja que absorba, sin introducirla. Si el oído sigue húmedo, puedes usar una solución secante específica recomendada por tu veterinario.

Coloca su cama lejos de corrientes y algo elevada del suelo. Añade una manta térmica o cojín mullido, y asegúrate de que el suelo no sea resbaladizo. Si sube al sofá o la cama, usa una rampa para teckel para evitar saltos.

Son los más sensibles al frío. Necesitan abrigos más cálidos, paseos más cortos y frecuentes, una cama más blanda y cálida y chequeos veterinarios regulares. En ellos, cualquier resfriado puede agravarse más rápido.

Mantén su peso estable. Ajusta la cantidad de pienso si hace menos ejercicio, y evita las “sobras navideñas”. Puedes consultar al veterinario si conviene añadir omega-3 o condroprotectores para cuidar articulaciones y columna.

Solo con supervisión. Usa mantas diseñadas para mascotas con termostato y cables protegidos. Nunca dejes una estufa sin barrera. Si jadea o se mueve nervioso, tiene demasiado calor.

Prepara una zona segura: una cama en un rincón tranquilo, música suave o ruido blanco, y paseos tempranos antes de los fuegos. No lo obligues a salir si tiene miedo. Si sufre ansiedad severa, consulta al veterinario con tiempo.